jueves, 9 de junio de 2022

Polos y ceros de segundo orden

Un sistema de segundo orden es aquel cuya función de transferencia tiene dos polos. Al igual que en los sistemas de primer orden, en cualquier sistema físico real el número de ceros debe ser inferior o a lo sumo igual al de polos, y por ello los sistemas de segundo orden pueden tener como máximo dos ceros.

En general, y debido a su simplicidad, se tiende a intentar modelar cualquier sistema como uno de segundo orden, por lo que es necesario estudiar en profundidad dicho tipo de sistemas. Así, en un principio se van a estudiar los sistemas de segundo orden sin ningún cero para más adelante estudiar el efecto de añadirle ceros o polos obteniendo sistemas de orden superior y/o con ceros.

Si se considera, entonces, el caso de un sistema de control de segundo orden sin ceros, se puede siempre reescribir su función de transferencia para que quede de la forma:

 donde K es la ganancia del sistema (ganancia a baja frecuencia o ante entrada escalón), δ el coeficiente de amortiguamiento, y ωn la frecuencia natural o propia del sistema (ωn>0). En definitiva, se puede caracterizar este tipo de sistemas por estos tres parámetros, a los cuales se dará un sentido físico más adelante.

Para analizar la dinámica del sistema es necesario estudiar la situación de sus polos para los diferentes valores de los parámetros, o lo que es lo mismo, obtener una relación entre éstos, la situación de los polos en el plano s, y el comportamiento del sistema ante las entradas patrón. Los dos polos del sistema son las raíces de la ecuación característica del sistema ecuación resultante de igualar a cero el denominador de la función de transferencia.

Teniendo en cuenta todo lo anterior se deduce fácilmente que si se mantiene la frecuencia natural ωn constante, y se varía el coeficiente de amortiguamiento δ de 0 a , entonces las raíces de la ecuación característica describen la gráfica de la Figura 


donde K es la ganancia del sistema (ganancia a baja frecuencia o ante entrada escalón), δ el coeficiente de amortiguamiento, y ωn la frecuencia natural o propia del sistema (ωn>0). En definitiva, se puede caracterizar este tipo de sistemas por estos tres parámetros, a los cuales se dará un sentido físico más adelante.

Para analizar la dinámica del sistema es necesario estudiar la situación de sus polos para los diferentes valores de los parámetros, o lo que es lo mismo, obtener una relación entre éstos, la situación de los polos en el plano s, y el comportamiento del sistema ante las entradas patrón. Los dos polos del sistema son las raíces de la ecuación característica del sistema ecuación resultante de igualar a cero el denominador de la función de transferencia.

Teniendo en cuenta todo lo anterior se deduce fácilmente que si se mantiene la frecuencia natural ωn constante, y se varía el coeficiente de amortiguamiento δ de 0 a , entonces las raíces de la ecuación característica describen la gráfica de la Figura 




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